DivaRabiosa

lunes, 28 de febrero de 2011

Las mujeres de verdad tienen curvas

Esta mañana, como muchas otras (siempre que mis obligaciones me lo permiten), desayunaba mientras veía el informativo y allí, entre las noticias sobre la convulsa situación del mundo árabe, las crisis humanitarias derivadas de ella y hasta la más que posible guerra civil en Libia...allí, entre tanto caos, apareció, vestida del mismo color que la alfombra que pisaba, Penélope Cruz.

Iba de la mano de Javier Bardem en su llegada a la ceremonia de los Oscar de este año y lucía un vestido de L'Wren Scott (para mi gusto, quizá con demasiado escote) que dejaba al descubierto todas y cada una de las redondeces de una mujer que acaba de dar a luz (si mis cuentas no fallan, hará algo más de un mes que nació su hijo).

Creo que esta imagen no ha dejado indiferente a nadie, tal y como lo ponen de manifiesto numerosas webs y redes sociales. Primero, porque todo el mundo quería ver a los recientes papás juntos tras el alumbramiento. Y segundo, porque había muchísima expectación sobre cómo sería la figura de la actriz tras el parto.

El caso es que yo no he podido evitar acordarme de la película de America Ferrera (Ugly Betty) con la que titulo esta entrada y es que no entiendo por qué es noticia que una mujer tenga algunos kilos de más después de dar a luz cuando precisamente esa tendría que ser la situación normal. De hecho, Cèline Dion ha sido criticada por todo lo contrario, estar demasiado delgada después de haber sido madre de gemelos. Vamos, que malo si mucho y peor si poco...
En fin, a lo que iba. Si el cuerpo de una mujer necesita de nueve meses de cambios para prepararse para el hecho de ser madre, lo más lógico sería que el proceso inverso durara si no otros nueve meses, al menos sí un tiempo prudencial para que lo que se ha movido se recoloque donde estaba.

Por eso, lo que no me parece ni medio normal es que una semana o dos después del parto, aparezcan espléndidas, bellas y tersas como si nada hubiera pasado. Yo soy mamá, he pasado por un embarazo y un parto y sé cuál es la imagen que ves en el espejo el día después de dar a luz. Y, sinceramente, no creo que haya tanta diferencia entre unas mujeres y otras, dejando a un lado la manida frasecita de "Es cuestión de genética".

Que conste que no digo que haya que esperar a que el cuerpo por sí solo haga todo el trabajo, se le puede echar una manita con una alimentación sana y equilibrada y algo de ejercicio, por supuesto. Por eso, mamás recientes y futuras mamás, tranquilas. Todo vuelve a su lugar! Además, y hablo por propia experiencia, un bebé es el entrenador personal más estricto que hay! jajaja! Así que...Ole por Pe y su vestido ceñido!

Fotos: AP, ElPais.com y Just Jared